FÉLIX FLORES

AUTOR DE LOS CINCO CABEZUDOS

Texto: Gabriel Imbuluzqueta

El orgulloso empaque de los gigantes, de las cuatro parejas de reyes, quedaría sumido en la pobreza si no tuviera el adorno de su corte. Una corte tan hierática como el porte mismo de los monarcas de cartón. Una corte de autoridades de rango menor a las que el protocolo hace desfilar delante de sus majestades. Se trata de los cabezudos, más jóvenes en edad pero así mismo vetustos, que nacieron cuando el siglo XIX enfilaba ya su última década y cuando los gigantes se adentraban en la madurez todavía joven de sus treinta años de edad.

Félix Flores Logier, nacido en la calle de San Nicolás, de Pamplona, el 23 de agosto de 1842, hijo de Benicio Felipe Félix Flores, madrileño de nacimiento y baulero de profesión, y de Josefa Logier, natural de la ciudad gala de Bayona, fue el artesano pintor artífice de los cabezudos.

En 1846 vivía con sus padres y su hermano mayor, José, en el número 55 de San Nicolás (recuérdese que en esa misma época Tadeo Amorena vivía en el número 56 de dicha calle), si bien pronto cambió de ubicación el domicilio familiar, trasladándose al número 16, también en la calle San Nicolás, donde permaneció viviendo con sus padres y hermanos. En 1865 murió su progenitor. Cuatro años más tarde, el 11 de abril de 1869, fallecida igualmente su madre, se casó con Silvestra Iriarte Azparren, nacida en Huarte el 31 de diciembre de 1845. El nuevo matrimonio vivió en principio con los dos hermanos menores de Félix, para luego, con la llegada de los hijos, quedarse sola la familia formada por el matrimonio y sus vástagos. Más tarde, siendo "pintor con taller", vivió en Calderería, número 9 (padrón de 1875), y en la Bajada de San Agustín, número 16, 1º y tienda (padrón de 1876).

En la etapa final de su vida (falleció el 21 de diciembre de 1921, a los 79 años de edad, víctima de una bronquitis crónica) estuvo domiciliado en el número 1 de la calle de la Merced.

Félix Flores no habría merecido una sola línea en este trabajo si no hubiera sido por un presupuesto que presentó al Ayuntamiento de la ciudad para construir cuatro cabezudos, por la factura que tres meses más tarde remitió por cinco cabezudos (el Ayuntamiento le encargó uno más de los que él había propuesto), y por las minutas que cobró por diversos arreglos realizados tanto en los gigantes como en los cabezudos.

El presupuesto a que se acaba de aludir decía así:

"Se construirán cuatro cabezas de pasta de cartón de setenta centímetros de altura con la correspondiente proporción de anchura, bien modeladas, con su correspondiente aparato de correas para la sujección, con arreglo a los bocetos aprobados por la corporación.

El coste de dichas cabezas a la pintura ordinaria y al temple será cada una de pesetas.... 75

Id. de pintura fina y barnizados id..... 90

Dichas cabezas en el caso de ser aprobado este presupuesto quedarán terminadas para los primeros días del próximo Junio.

                   Pamplona, 27 de Abril de 1890".

Por otra parte, la factura antes citada comprendía los siguientes trabajos efectuados por el pintor:

"Por la construcción de cinco cabezudos, a noventa pesetas cada uno según presupuesto aprovado.... 450.
Por la reforma de los sombreros y retoque de los cabezudos antiguos.... 25
Por la renovación de los armazones y pintura de los caballitos según presupuesto aprovado.... 40
Por dos bastones con puño de metal y cordones.... 15
Por varias composturas y retoques en los gigantes y dorar la corona del Rey.... 25
Por cinco cajas para guardar los nuevos cabezudos a quince pesetas una según presupuesto aprovado.... 75
Suma total Pesetas.................................... 630

               Pamplona, 24 de Julio de 1890".

Asimismo hay facturas de 1889 "por varios arreglos de pintura egecutados en los gigantes, cabezudos y caballos" (11'50 pesetas); de 1891 "por los materiales y trabajo empleado en varias composturas y retoques de pintura ejecutados en los gigantes y cabezudos" (12'25 pesetas); de 1892 "por el trabajo y materiales empleados en varios arreglos y retoques ejecutados en los gigantes y cabezudos" (10'50 pesetas); y de 1893 "por el trabajo y materiales empleados en hacer varios arreglos de carpintería y retoques en los gigantes y cabezudos" (15'50 pesetas).